viernes, 19 de noviembre de 2010

Tú, solo tú...

Los días pasan, el dolor desaparece al igual que los malos recuerdos, tú los cambias por palabras llenas de amor y vivencias felices, tú llenas los espacios que hay en este pobre corazón, tú abrigas mi alma que en pena un día vago.
Tú mi ángel preciado, solo tú logras darle vida a este corazón… Un corazón que se creyó olvidado por el amor y secuestrado por el dolor, un corazón que fue maltratado y humillado por el desamor…
Pasan los días y me pregunto ¿Cómo has logrado que te ame tanto? ¿Qué fue lo que me hiciste, que desde el primer día en que te vi ya nada fue igual?
El tiempo ha pasado, ya serán cuatro meses… cuatro meses llenos de amor, con algunas penas, dolores y muchas alegrías… Cuatro meses en los cuales mis ojos solo han sido tuyos, en las cuales mis manos solo han deseado tocar tu cuerpo, cuatros meses en los cuales mi corazón solo ha latido por ti y para ti…
Nunca sueltes mi mano, los caminos son inciertos si tú no estás, la vida es más fría sin el calor de tu cuerpo, el sol no alumbra sin el brillo de tus ojos, la luna desapareces de mis noches si no estás conmigo.

viernes, 5 de noviembre de 2010

La mente

Que malvada puede ser, que mal nos puede hacer sentir, nos puede matar de dolor, muchas veces nos tortura más que nuestros sentimientos.
Sí, esa es la mente, una maquina de sufrimiento movida solo por estímulos, los cuales muchas veces son dados sin darnos cuenta. A veces nuestro propio entorno manda los estímulos que hacen trabajar a nuestra mente sin que nosotros queramos…
Nuestra mente también puede ser malvada, a veces sin conciencia creamos en ella imágenes perversas. Todos alguna vez hemos pensado en algo que si dijéramos en voz alta nos reprocharían o hasta nos tildarían de locos o de pervertidos, aun que la verdad no sé con que cara se atreven hacerlos, si TODOS alguna vez hemos imaginado algo que no es ético, ni bueno.
Volviendo a la idea del principio, muchas veces los estímulos que recibimos no son de nosotros mismos, si no de terceros, pero que conste, muchas veces solo un estimulo de alguna persona provoca en nosotros una cadena de sufrimiento. Sí, porque con solo que una persona implante en ti la desconfianza, la duda, la ira o cualquier sentimiento o idea que pueda dañarte provoca en nosotros, en ti, en mí, una cadena de pensamientos los cuales solo te harán daño…
La mente… que perversa puede ser. Todo seria diferente si pudiéramos controlar nuestros pensamientos… o… bueno la otra idea es mucho más fantástica que la primera, así que mejor la omito, solo quiero escribir la realidad o por lo menos lo que más se parezca a ella…