Vías del tren

Era un día cálido, soleado, perfecto para una larga caminata.
Salí de mi casa creyendo que esta caminata sería como cualquier otra, con una conversación común. Al principio fue algo así, hablamos de lo que habíamos hecho el fin de semana y ese tipo de cosas, hasta que llegamos a las vías del tren, ahí el ambiente comenzó a cambiar.
La urbanidad comenzaba a desaparecer, el pasto, los potreros comenzaron a ser parte de un paraíso terrenal. El olor a tierra y pasto me comenzó a inundar, la paz y la alegría me comenzaron a invadir, era una sensación la cual no había sentido hace casi un año. Ya había olvidado lo que se sentía todo aquello, realmente fue hermoso. Parte de mí estaba tan emocionada que quería llorar, creí que jamás volvería a disfrutar de la naturaleza de la forma en que la disfrute ayer…
Fue todo tan genial… Gracias, gracias por llevarme a caminar, por hacerme recordar que fuera de estas cuatro paredes hay un mundo fenomenal al cual puedo escapar.
Deseo volver ahí, deseo volver a sentirme en contacto con esa naturaleza que tanto amo, con esa paz que tan solo la soledad te puede brindar. Estaba tan contenta que hasta el olor a bosta me pareció, de cierta forma, rico. Sí, estaba completamente drogada con todo ello, mi cuerpo se encontraba en un estado de perpetua tranquilidad…
Me hubiera gustado seguir caminando por las vías del tren, ver qué había más allá, pero sé que algún día lo averiguaré.
A todo esto, cuando estábamos sentados en las vías tenía ganas de pasar por esa cerca que había e ir a recostarme al pasto, para la próxima lo haré, me recostaré a absorber la esencia de la naturaleza y ella absorberá la mía…

Recuerdos

Recuerdos, algunos hermosos, otros horrendos…
“Un viaje hacia lo desconocido, ansiosa por ver qué encontraré, atemorizada por cómo te encontraré”
“Sentada en aquel banco, esperando a que salgas de clases, recordando cada segundo que juntas pasamos”
“Sola en la inmensidad de mi cuarto, acurrucada en el frío suelo, grito de dolor y angustia, sollozos de soledad y desamor…”
“Aire puro, una briza encantadora acaricia mi rostro, un susurro furtivo viene desde el otro lado…”
“Un camino sin fin, un lugar escondido, el lado del sol que nadie nunca jamás conocerá…”
“La alegría en mi pecho, sentada en el olvido, por fin recordando un dolor sin dolor…”
“El gozo de encontrarme, la angustia de olvidarte”
“Cantos de alegría, gritos de triunfo, saltos de victoria”
“Palabras de amor, palabras de rencor, sentimientos sin color”
“La incertidumbre, la muerte, la resurrección, terminado en un canto de victoria por todo tu amor”

Pequeñas frases que me llevan a alejados rincones de mi pasado, lindos y horrendos recuerdos, lo mejor es que son tan solo eso, recuerdos.
No sé qué pase mañana, solo sé que quiero ser feliz hoy...

Estoy desesperada… necesito un abrazo, una palabra de aliento.
Las horas corren y yo sigo aquí, sin tomar una decisión, desesperada buscando una mejor solución, mas solo tengo dos caminos y solo uno de ellos debo tomar.
No quiero, no puedo elegir, en cada uno de ellos hay cosas las cuales amo y no puedo soltar.
Mi corazón sangra, mis ojos se nublan, mi rostro se empalidece, mis brazos caen, mis rodillas se doblan, mi cuerpo cae…
¿Volveré a morir? O ¿Comenzaré a vivir?

¿Por qué cada vez que vuelves a mi vida todo empeora? ¿Qué hago? Debo tomar una decisión, mas no quiero elegir ¿Por qué tengo que elegir? ¿Por qué no puedo tener ambas cosas?
Odio esto ¡Odio la vida que me toco! Y no, no soy una mala agradecida, es solo que en toda mi vida me han tocado tragos amargos, siempre termino sufriendo, siempre hay algo que no me permite estar completamente feliz.
Pero no negaré que antes de que volvieras yo estaba bien, sí, bien, quizás no rebosante de alegría, pero me mantenía con buen ánimo, aunque siempre con el peso de que ya no estabas en mi vida.
Por favor, no quiero que pienses que aún te amo, creo que ayer te lo dejé más que claro que así ya no lo es, es solo este cariño, raro, que siento por ti, quizás me entiendas, quizás sea por lo mismo que estas pasando…
Tengo una semana para tomar una decisión, una semana para ver qué haré con mi vida, una semana…
Cuando más necesito ayuda es cuando todos se van, cuando más necesito un abrazo nadie me lo da, cuando más necesito una sonrisa todos ocultan sus rostros de mí… Me encuentro sola en esta inmensidad.
Quiero correr, tomar mis cosas y escapar…
¿Dónde estás? ¿Cuándo llegarás? ¿Hasta cuándo te tendré que esperar? ¡Llega pronto que ya no aguanto más! Mi corazón sangra, mi vida se acaba, mi llanto abunda y mi sonrisa desaparece. Quiero que tomes mi mano y me saques a caminar, que me abraces y me vuelvas a juntar, ¡Vamos! Llega pronto, esto ya debe terminar…

Quiero volar lejos de aquí escapar, dime mi bien ¿Quién me llorará si me dan alas y echo a volar? Quiero dormir no quiero despertar, quiero ser la lluvia al otro lado del cristal, quizás alguien me espere en la oscuridad... (8)

Aun así sigues aquí...

Estaba en el suelo, derrotada, destruida, sin nada porque vivir. Todo para mí era dolor, no había nada en el mundo que me pudiera aliviar, tenía un vacío en el pecho que con nada lograba llenar, busque refugio en todo lo que tenía a mi alrededor, mas nada logro darme felicidad.
A veces creía estar bien, creía que por fin todo el dolor había acabado, pero tan solo eso era el ojo del huracán, pasaban unos días y todo volvía a ser igual, otra vez volvía a doler.
Recuerdo que tú me encontraste derrota, rota por todos lados, llena de odio y dolor, aun así me tendiste tu mano, secaste mis lágrimas y me amaste. Me abrazaste a pesar de lo sucia que estaba, estiraste tu mano y me sacaste del barro sin que te importara ensuciarte… Me tomaste y me comenzaste a limpiar, luego poco a poco me ayudaste sanar mis heridas, comenzaste a curarlas una por una, con tu amor llenaste el vacío que tenía en mi interior.
Ha sido un proceso doloroso, angustioso, hay veces en las cuales algunas heridas se han vuelto abrir, pero tú sigues ahí sanándolas otra vez con tu amor.
Muchas veces te he querido dejar, salir corriendo y volver atrás, volver a buscar aquello que amé, pero que tanto daño me hizo, mas tú me abrazas y me tranquilizas, me haces ver todo lo que pasaría si vuelvo atrás y con amor me haces darme cuenta de la realidad. Y a pesar de todo lo que te he criticado, de todo lo que te he culpado tú sigues amándome, dándome lo mejor de ti, hablándome con cariño y humildad.
¿Qué sería de mí sin ti? A veces me da miedo pensar en lo que hubiera pasado conmigo si jamás me hubieras encontrado, quizás ni si quiera estaría aquí…
Sé que muchas veces te he fallado, pero te pido que por favor nunca me dejes, nunca sueltes mi mano, sigue a mi lado enseñándome a vivir, enseñándome a sonreír…
Hoy estoy dispuesta a seguir, no importa lo que tenga que pasar, no importa cuántas luchas más deba pelear, estoy dispuesta a no volver atrás. Aunque me encantaría decirte que nunca más te fallaré, pero sé que estaría mintiendo, muchas veces mis emociones y sentimientos me volverán atacar y querré desertar, pero confío en que tú estarás a mi lado y me volverás a parar…
Te amo y nunca te voy a dejar…