jueves, 16 de junio de 2011

Andrea



Andrea, mi gata, única en este planeta, ya que vino de otro mundo.
Llego hace unos meses, cuando peor me encontraba, recuerdo que apenas la vi me cautivo, me miró a los ojos y supe que era especial.
Con su mirada me dijo cuál era su propósito, a qué había venido a este mundo; venía a ayudarme, a mostrarme la realidad.
Viajo desde un mundo el cual desconozco, muy pocas veces me ha hablado de él. Me ha contado que desde allá ella me miraba, observaba todo lo que hacía, y la primera vez que me vio fue en un sueño, ahí supo que debía ir al bosque de los secretos en donde me encontraría, sabía que desde ahí me podría ver.
Por mucho tiempo solo me observo, veía mis sufrimientos y alegrías, hasta que me vio completamente perdida, en un agujero sin salida y decidió venir en mi ayuda. Así que quebrantando la mayor ley de su universo, cruzó el umbral que la traía a mi mundo.
Cuando por primera vez logramos estar a solas, recuerdo que me dijo “No hay alegrías sin sufrimientos, ni sufrimientos sin alegrías. No hay amor sin dolor, ni dolor sin amor. No noche sin estrellas, ni estrellas sin noche. No hay mentira sin verdad, ni verdad sin mentira y no hay vida sin muerte, ni muerte sin vida. Aprende esas simples reglas y lograras darle un mayor sentido a esta vida”.
De primera no logré entender sus palabras, creí que me diría más explícitamente por qué se encontraba aquí, pero solo dijo aquello y bajo al primer piso. Pero con el tiempo logre entender lo que me quería decir. Y gracias a esas palabras he logrado salir de aquel agujero en el cual me encontraba. Gracias a ella hoy soy feliz.
Hoy se encuentra a mi lado, me habla cada día, me pregunta cómo estoy, me ha consolado todas las veces que he llorado, me ha dado una palabra de aliento cada vez que la he necesitado y con su mirada me entrega cada día una inmensa paz, esa que tajo de su mundo, algo que jamás me ha querido explicar.
A esto llego a este mundo, a ayudarme, a darme una mano cuando más la he necesitado, ha venido a ser mi única compañía en la soledad que me han dejado. Ella ha sido quien me ha devuelto la sonrisa al rosto, es ella quien me ha ayudado a volver a la vida.

martes, 7 de junio de 2011

Feliz!!

Sonríe, no hay nada más hermoso que un rostro sonriente.
Después de tanto tiempo por fin puedo decir que estoy feliz. Creo que por fin he superado mis más grandes dolores y aunque aún me quedan algunos, hoy por fin puedo sonreír y decir sinceramente que estoy feliz.
Todo aquel dolor que pasé me sirvió para darme cuenta de cómo es realmente la vida, me enseñó a pararme de todas mis caídas, incluso de aquellas en las cuales me creí derrotara.
La verdad no eran los demás quienes me hacían el mayor daño, sino yo misma, ya que era incapaz de superar los sucesos que me habían marcado, vivía en el pasado, no podía olvidar lo que ya había pasado. Mi mente vagaba constantemente en los recuerdos más dolorosos que tenía y no era capaz de mirarlos a la cara y decir basta.
Pero ahora eso cambió, el dolor que ellos me provocaban hoy me ha hecho más fuerte, hoy soy capaz de recordar y mantener mi frente en alto y hasta reírme de unos cuantos, hoy soy capaz de ver las cosas como realmente eran y deje de idealizar a las personas y los sucesos.
Debo decir que tenía una venda en mis ojos y solo veía lo que quería ver, me negaba a ver la realidad, no podía aceptar que fuera tan dolorosa y por mentirme, por hacerme creer lo que no era, el golpe fue el doble de fuerte cuando no me quedó otra que abrir los ojos y enfrentar lo que tanto había postergado ver.
Pero hoy todo eso es distinto, hoy por fin soy feliz, me ha costado, muchísimo, pero lo logré y lo hice sola, nadie me ayudo.
Esa es otra enseñanza que saqué, en esta vida se está sola, quizás no por siempre, pero hay etapas en las cuales sola tendré que valérmelas, sea como sea.
Hoy la vida la veo de una forma distinta, hoy logro ver lo bueno de ella, eso que antes no podía ver, hoy su brillo me deslumbra cada día.
Soy feliz, me emociona decirlo y lo mejor es que no estoy sola, esta ella, mi niña, complicada, a veces demasiado, pero está y no me dejará sola y la quiero, la quiero mucho…

Quizás no podemos elegir como nos sentimos, pero sí podemos hacer algo al respecto… Por eso te aconsejo que sonrías, una sonrisa puede transformar un día gris en un hermoso día soleado