martes, 3 de mayo de 2011

El recuerdo de su amada

El viento me susurra al oído, me cuenta porqué este invierno ha sido tan frío, me dice que hace algún tiempo murió una mujer enamorada, pero esta no era cualquier mujer enamorada, ella era la amante de la lluvia.
Todo comenzó cuando el frío se quiso adueñar del invierno, pero para ello debía derrotar a la lluvia. Así que un día decidido a obrar en contra de ella, se dirigió a las montañas más altas, en donde se decía que ella vivía. Al llegar a la cima la encontró junto a su amada, cegado por la avaricia ataco a ambas, trato de congelarlas, pero no puedo, la lluvia fue más rápida tomo a su amada y juntas volaron por los cielos. El frío extasiado en cólera comenzó a seguirlas congelando todo a su paso, nada se salvaba de su ira.
La lluvia seguía huyendo junto a su amada, recorrieron todos los cielos buscando refugio, pero siempre el frío las encontraba. Por mucho tiempo la lluvia desapareció y cada vez que quería volver el frío congelaba sus gotas convirtiéndolas en nieve. Se dice que por años la tierra estuvo congelada, la sed de poder del frío era tan inmensa que se adueñó hasta de las estaciones, el verano, otoño y primavera al igual que la lluvia desaparecieron.
Pero un día la amante de la lluvia cansada ya de esconderse, de huir y de ver como el amor de su vida se debilitaba cada vez más por los enfrentamientos que tenía con el frío, decidió enfrentarlo.
Decidida fue los aposentos del astro Sol a rogarle por su ayuda, le imploro un poco de su poder para enfrentar al frío y así terminar con este invierno eterno que había azotado por tantos años al planeta y a sus corazones. ÉL accedió a darle parte de su poder, con la condición de que derrotara al frío y que si no lo hacia ella pagaría con su vida el favor que él le había concedido, ya que al quitarle el poder que le había dado, su cuerpo quedaría frío, sin calidez alguna.
Después de haberse encontrado con el astro Sol bajo a los confines de la tierra, donde se rumoreaba que se encontraba el frío. Al llegar comenzó a gritar con fuerzas el nombre de quien sería su contrincante, una y otra vez gritaba con fuerzas, hasta que él apareció.
Entre los dos se desato una lucha jamás vista, eran tales los poderes de cada uno que se perdían entre las luces que sus atacas desprendían.
El tiempo pasaba y la lucha seguía igual, no se veía que ninguno tomara el control de la batalla, cuando de repente el frío comenzó a atacar con más fuerzas, y los ataques de la mujer enamorada se veían opacados por él. Pero al verse en esa situación desesperada en busca de más fuerzas en su interior, comenzó a recordar los momentos que había pasado con su amada lluvia y ellos provocaban algo en su interior que la llenaba de fuerzas con las cuales poco a poco le fue ganando terreno a su contrincante.
Mientras esta lucha se llevaba a cabo la lluvia desesperada intento ir en busca de su amada, pero el sol no le dejo. Él sabía que solo el calor del amor podría derrotar al frío, por ello había aceptado darle parte de su poder a la amante de la lluvia, porque en ella vio fuego en su interior, fuego provocado por el amor que sentía hacia su amada lluvia.
La lucha se prolongó por años, en los cuales la tierra se comenzó a descongelar, el calor comenzó a sentirse otra vez y la lluvia por fin volvió a caer.
Cundo callo la primera gota de lluvia, la mujer enamorada de ella, con sus últimas fuerzas hizo su mayor esfuerzo y ataco al frío, el cual despavorido salió huyendo ya que en aquel ataque vio el amor que había en esa mujer, era tan inmenso que amenazaba con matar su frialdad. Así que huyo.
La mujer al ver que el frío huía se dejó caer vencida por el cansancio y su amada lluvia la recibió en sus brazos, esta al tenerla otra vez, después de tanto tiempo, a su lado la beso y abrazo como nunca lo había hecho, le dijo cuanto la amaba y cuán grande fue la tortura de verla luchar y no poder hacer nada. Mientras la lluvia le decía todas aquellas palabras su amada solo la miraba y con una lagrima en sus ojos le dijo que lo mejor de su vida era ella porque gracias a ella conoció el verdadero amor, ese que derroto al el inmenso frío que al planeta desoló. Sin darse cuenta, después de decir aquellas palabras cerro sus ojos y murió.
La lluvia hundida en la tristeza lloró cuarenta días y cuarenta noches, fue tal el diluvio que provoco que inundo a la tierra.
Hoy se cumplen dos mil años de la muerte de esta mujer, cada cien años la lluvia se retira a la tumba de su amada a llorar en silencio su dolor y es ahí donde el frío se aprovecha y toma el control. Por ello este invierno esta, más frío y más seco, porque este año, la lluvia se encuentra en el silencio de su amor.
Pero hay años en los cuales la lluvia nos azota y es cuando ella sale por el mundo a recordar los momentos que junto a su amada vivió en cada rincón de este planeta, recorre cada centímetro recordando la dulzura de su amada, la calidez de su piel. Y cuando por fin la lluvia deja de caer, es cuando ella ha vuelto a sus aposentos, allá en lo más alto de las montañas donde guarda el mayor de sus recuerdos, el amor que un día ambas se juraron para la eternidad.
Por eso los enamorados salen a caminar bajo la lluvia, porque al igual que ella, salen a recordar aquellos bellos momentos que vivieron con la persona a la cual aman, pero que por algún motivo ya no está a su lado.

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