lunes, 2 de abril de 2012

¿Quién eres? ¿Por qué me haces esto? Si habías vuelto a ser un extraño ¿Por qué otra vez me haces daño? ¿De dónde vienes? ¿Cómo es que me encontraste? Se supone que ya no existíamos, se supone que habíamos desaparecido, mas tú de la nada volviste.
Y no volviste como antes, sino peor, ahora no es tu ausencia la que me daña, sino tu presencia.
Cuanto anhelo extrañarte como lo hacía antes, ese dolor era más soportable que el que ahora me haces sentir.
Por lo menos antes me obligaba a creer que habías muerto y eso hacía mucho más fácil sobrellevar el dolor, pero ahora, con tus llamadas inesperadas, con tus miradas furtivas, tus frías palabras, tu irónica, aunque a veces verdadera preocupación, tu indiferencia asesina y tu frío calor vuelvo a morir como cuando eras mi más hermosa ilusión.
¿Por qué volviste? ¿No se supone que habías encontrado el amor? Al parecer una parte de ti no se ha olvidado de mí, porque aún recuerdas a la perfección aquella primera vez que me viste en aquel bus, nuestro primer beso y aquella hermosa noche donde la luna nos amó.
Pero hoy yo quiero olvidarte, sacarte de mi corazón, es él quien aún sangra por aquella herida que abriste por tu mal amor.
Te prometo que poco a poco seré yo quien desaparezca y muy pronto no sabrás de la única mujer que amaste y te amó, de la única que a pesar de todo siempre guardó tu corazón.

3 comentarios:

  1. Entiendo tan bien aquello que sientes... Esperan a que uno supere su partida, y se les ocurre volver a revolucionar todo, a desordenar nuestro mundo otra vez... Suerte Amiga.

    ResponderEliminar