domingo, 2 de enero de 2011

Año nuevo

Comenzamos un nuevo año, con el nuevas metas que cumplir y nuevos sueños que realizar.
Este año para mí, fue un año de aprendizaje, en el cual sufrí mucho, pero lo que aprendí no tiene precio.
A ver, hagamos un pequeño resumen de este año.
Primero el terremoto, a pesar de toda la desgracia, creo que después de ello, cuando comencé el voluntariado, fue lo mejor del año. Jamás olvidaré la satisfacción que sentía al poder ayudar, al casi no dormir y casi no comer para poder brindar un poquito de felicidad y menos olvidaré a la gente que ahí conocí.



Después el colegio y mi depresión. Fue lo peor de todo este año, el dejarme vencer por mis propios temores, dejar atrás muchas de las cosas las cuales amaba, por sentir que no me la podía. Creo que este fue uno de mis más dolorosos porrazos del año, de él aprendí y entendí por fin, lo que significa el no darse por vencida. Aunque tuve que errar y dejarme vencer, para poder entender que ello es lo peor y que de alguna u otra forma te vas arrepentir. Pero como ahora trato de ver desde otro punto de vista las cosas, solo miraré lo bueno, lo que aprendí.
Por último, cuando conocí a mi ángel, debo decir que fui inmensamente feliz, pero que también lloré como nunca he llorado.
Con ella conocí el amor, conocí lo que es querer dar todo sin importar nada más. Pero también conocí lo que es el dolor de saber que la persona que más ama te traiciono, la incertidumbre, la inseguridad y la desconfianza. Creo que conocí muchas cosas malas, pero aun así, no son mayores comparados con que aprendí lo que realmente es amar. Ello es completamente superior.
Y bueno, fue por ella que logré superar mi depresión, ella me tendió su mano cuando más necesitaba ayuda. Siempre le estaré eternamente agradecida por todo lo lindo que pasamos juntas, por su preocupación y por todo lo que con ella aprendí.



“El amor es algo cruel digo por cierto, pero es que a pesar de todo fue con este cruel amor que sé lo que es amar, olvida… anda olvida”.

Antes de cerrar este pequeño resumen del año, no desmereceré a la gente que marco mi vida, mi corazón.
Primero que nada quiero nombrar a Daniel Acuña, un gran amigo, que está conmigo en las buenas y en las malas y que además me apoya hasta en mi más estúpidas locuras. Además de ser mi más fiel compañero.
A Clariz Rome, que aunque nos separe casi un continente entero, nos hemos hecho grandes amigas, nos escuchamos y nos apoyamos, aunque sea a la distancia. Ella me acompañaba en mis noches de locura y muchas veces me consolaba y me sacaba una sonrisa.
Valentina, aunque te conozco ya hace años, igual te menciono, debo hacerlo, a pesar de todo sigue a mi lado, como me lo prometiste no serias igual que los demás, gracias por nunca haberme roto aquella promesa, espero jamás lo hagas, pero por lo que hasta ahora hemos vivido, sé que no lo harás.

Ellos han sido las personas que más han marcado en mí este último tiempo, lo quiero a los tres y siempre tendrán un lugar en este corazoncito.




Por último, decidí dejar todo atrás y por ello, de forma simbólica queme todo mi dolor, todo lo malo del año que paso, así todo ello quedo en las cenizas que el viento esa misma noche se llevó. También enterré todo lo que quiero para este año, todas mis metas y las desenterrare en un año más, para ver si las cumplí o no.

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