¿Sabe lo que no es normal? ¿Quieres que te diga lo que no es normal? No es normal pensar que hacer el amor es pecado, no es normal pensar que Dios no quiere a las lesbianas y homosexuales, no es normal que la iglesia oculte abusos de niños, ni que los sacerdotes no se puedan casar, no es normal la riqueza del vaticano, ni los anillos, ni el oro, ni el dinero tirado en campañas de publicidad, ni todas esas cosas absurdas, mientras 30 millones de personas se contagian de sida en África por no usar un preservativo... ¡Escúchame...! Dios nos hizo con dos brazos y con dos piernas y también nos hizo con la capacidad de amar, de querernos, de tocarnos, de sentir con la yema de los dedos la piel del ser que amamos, y eso, eso no puede ser pecado...
Amar no es fácil, y la gente se empeña por hacerlo más difícil y complicado, como si no bastáramos nosotros mismos, como si no se bastara la propia humanidad para complicarlo todo... Por que amar, amar es también entender el rechazo, entender que te van hacer daño, entender que vas a sufrir, que vas a llorar y es entender que las cosas son muy distintas al sacramento del matrimonio; o sea ¿Hoy te casas y vives feliz para toda la vida? ¡Falso! ¡Por muchos siglos que los sacerdotes puedan seguir reclamándolo! ¿Sabes que creo? Creo que los sacerdotes, curas, o como los llames no saben lo que es el amor... Porque si algo he aprendido en mi corta vida, que si apretar un cuerpo hasta convertirse en uno, si eso es pecado... soy una pecadora, porque el único Dios en el que creo es el amor... ¿Entiendes?
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