domingo, 22 de agosto de 2010

Parte... de mí..

Miedo…
Pensar en la posibilidad de que esto acabe, de que él se la juegue, de que él sepa cómo llegar a su corazón, me asusta ¿Qué hago si ella lo elije a él? Lo único que se me viene a la mente es pensar en la felicidad que ella podría tener a su lado, una felicidad de la cual no puedo dar seguridad, una felicidad de la cual no seré parte, una felicidad que solo él y ella sentirán…
No me veo en un futuro cercano sin ella. Este último tiempo mi felicidad se la debo a ella, sus consejos, sus palabras, sus abrazos, su sonrisa, su cariño me han ayudado a salir de mi depresión.
No puedo evitar dejar caer una lágrima al pensar en esto, mañana se cumple un mes del día en que nos conocimos, un mes en el cual he sido la mujer más feliz de este planeta a su lado, ella me enseño que nada es imposible, que la vida es solo una y no hay que desperdiciarla, pero también me enseño que el amor puede ser solo un viajero, quizás aún esté con ella, pero desde un principio me dejo claro que este no era un para siempre…
Pensar en cada momento que hemos pasado juntas es una de las felicidades que encienden la llama de la vida en mi corazón, pero esos recuerdos siempre vienen acompañados del miedo, miedo a perderla, miedo a no poder besar más sus dulces labios, miedo a que todo se acabe. No sé lo que él pueda hacer por ella, daría todo por saber, pero por lo menos sé lo que yo le puedo dar y sé que es mucho, pero aunque le pueda dar mi vida no podría dar la certeza de que seguirá a mi lado, porque solo ella sabe lo que le hace feliz y le ruego a Dios que yo sea quien le puede dar tal felicidad.
Nunca he sido una persona egoísta o por lo menos nunca me he considerado una persona así, pero hoy lo quiero ser, quiero que ella sea solo mía y quiero ser solo de ella, quiero ser solo yo quien habite sus pensamientos, quiero que esos labios sean solo míos, quiero que esa piel no la roce ninguna otra que no sea la mía, quiero que su corazón y el mío sean uno, quiero ser lo que nunca nadie ha sido por ella…
Ok, ese fue el párrafo en el cual solo pensaba en mí, pero ahora viene lo sincero, lo que realmente quiero y es solo una cosa, su felicidad. No me importa con quien ni como la obtenga, solo quiero que sea feliz, que no pase por angustias, que su corazón no sea dañado por nada ni nadie, que sus hermosos ojos no derramen lágrimas de dolor, sino solo de felicidad, que su corazón no vuelva a sangrar, que toda cicatriz o herida que quede en el desaparezca…
Por último, me despido con una de las frases que me caracteriza “Dale tiempo, al tiempo, el siempre te traerá las soluciones cuando sean necesarias” Por ahora lo mejor que puedo hacer es esperar y disfrutar cada momento que este a su lado, atesorarlo como si fuera el último, sentir como si fuera el primero…

No sueltes mi mano, no la sueltes que sin ti yo me pierdo, no me dejes que la oscuridad me acecha y tú eres la luz de mi vida, solo abrázame, abrázame fuerte y no me sueltes, deja que nuestros cuerpos se unan y se complementen… Te adoro mi amor…

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