martes, 24 de agosto de 2010

Una hermosa estrella...

Me puse a mirar el cielo simplemente en busca de una estrella, en ese cielo completamente oculto por las nubes , pero sin saber porque parte de ellas se mueven y dejan ver una pequeña parte de ese cielo tan hermoso, oculto por grandes nubes grises y repletas de lluvia y furia. Al volver a mirar ese pequeño espacio de cielo me doy cuenta que en él hay una estrella, pero no es cualquier estrella radiaba una luz especial, jamás en mi vida había visto una estrella como aquella, tan bella, era solo una, pero es como si iluminara todo aquel cielo gris… Comencé a creer que era la luna, pero no, era una estrella, con una luz sumamente acogedora y bella, tan bella que si otros la hubieran visto después de un tiempo de haber salido jurarían que era la luna y no una estrella, de miles, pero yo, como la había visto desde un comienzo, desde cuando recién comenzó a brillar, sabía que era una estrella, hermosa, hasta podría decir que mucho más hermosa que la luna.
Debo decir que por unos instante no pude evitar creer que era la luna, no sé cuánto tiempo creí eso, ya que su luz hacia que me perdiera en ella, pero cuando una ola de viento me saca de ese estado, casi inmovilizada, volví a recordar que era una estrella, la cual vi surgir de ese oscuro cielo tapado por esas horribles nubes…
Que hermosa es la estrella ¿Por qué brillara tanto? ¿Por qué tiene tal belleza? ¿Cómo me ha cautivado de esta manera? Solo buscaba una estrella, una pequeña estrella que le diera un poco de luz a mi cielo tan gris, pero en vez de eso encontré un hermoso lucero, con una luz tan acogedora, con algo tan raro, algo que no sé qué es, solo sé que ese algo es lo que me ha cautivado, su luz me ha recordado lo que es sentirse feliz, me recordó lo que es sonreír de corazón…
¡Oh! Hermosa estrella, lucero que alumbra mi penosa oscuridad ¿Qué me hiciste? ¿Por qué no puedo dejar de mirarte? ¿Qué tiene tu brillo que me cautiva de esta manera? ¿Por qué mi corazón late tan rápido cada vez que te miro?
Estrella… estrella, has conquistado mi corazón, le has enseñado lo que es el amor, es tan poco el tiempo el que te he visto, pero a pesar de ello ya acobijaste mi dolido corazón, me recordaste lo que es la felicidad, me haces olvidar que existe el dolor y lo más importante… me devolviste la vida…
Estrella, hermosa estrella, no me dejes, no dejes a oscuras mi corazón, sigue acobijándolo con tu hermosa luz, no le vuelvas a dejar en la oscuridad de un cielo nublado, de un cielo sepultad por el odio, el rencor y el dolor…

Estrella… te amo, no me dejes…

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