martes, 8 de junio de 2010

Madre, padre, hija...

Solo quiero llorar, ya no puedo más, mis fuerzas se acabaron, mi corazón fue destrozado…

Mi nombre es Eliana, tengo 15 años y en un mes con cinco días cumpliré 16. Hoy les quiero contra mi historia o bueno parte de ella. Nací en Hawaii, el 13 de julio de 1994. Mi madre es Magdalena, es chilena, mi padre es Cole (se lee Col) él es hawaiano y mi hermana es Malia, se podría decir que somos gemellizas , ya que no se sabe si somos gemelas o mellizas, hay un enredo medio raro.
Bueno estuve allí hasta mis 6 meces de vida, luego volví a Chile, en eso mis padres se separaron.
Cuando llegamos a Chile nos fuimos a vivir con mis abuelos, viví con ellos hasta los 9 años, luego nos cambiamos a San Javier, donde vivo actualmente. Ahora soy estudiante del Instituto Regional Del Maule (IRM) y estoy en el curso piloto, sigo viviendo con mi madre y mi hermana y estoy con depresión y una crisis existencial.
Hace varios años que tengo episodios depresivos y desde el año pasado comencé con el trastorno, es decir he arrastrado una depresión durante años, pero aprendí a vivir con ella, hasta que se presento esta crisis existencial junto a otros factores, como mis notas en el colegio, que desato una depresión mayor.
Siempre fui la fuerte de la casa, la que siempre estaba en pie, la que sostenía a su madre y su hermana.
Desde hace algunos años los roles en mi casa se cambiaron, yo ya no fui más la hija mayor, empecé a ser la madre de mi madre y de mi hermana. Se preguntaran en qué sentido tome ese rol, lo tome en el sentido de que era yo quien se preocupaba del orden de la casa, era yo la que se preocupaba de mi hermana, era yo quien lograba controlar a mi hermana cuando peleaba con mi madre, era yo el apoyo de mi madre, era yo quien le corregía sus errores, era yo la que se preocupaba de cada una en el sentido emocional y del sentido de donde estaban y que hacían y como debían hacerlo y bueno todo lo que conlleva ser una madre, hasta de lo económico me preocupaba. Bueno y como tomé el rol de madre también tome el de padre, ya que era yo quien las separaba en cada pelea, era yo quien las ponía a raya, era yo la que siempre quedaba en el medio, la que trataba de estar bien con las dos, pero a la vez tenía que estar de mal humor con ellas por el comportamiento que habían tenido y además era como la reconciliadora entre las dos.
Era un caos, recordar esa etapa de mi vida me pone mal, pensar que estuve tantos años así, pensar que fueron ellas quienes me obligaron a madurar siendo que ellas aun no lo hacen, me siento tan mal, tantos años pensando solo en ellas, mientras ellas no se preocupaban de nadie más, solo de su bien estar y nunca se detuvieron a pensar en mi, nunca se les paso por la cabeza que su puntal, la niña fuerte de la casa se caería, nunca se detuvieron a pensar en qué pasaría si la Eliana no está, estoy segura de que si yo no hubiera estado una de ellas dos hubiera muerto en manos de la otra… De ello estoy completamente segura.
Ahora, por fin salí de ese rol, por fin soy la hija y no la madre ni el padre, al fin caí.
Es irónico tuve que caer para que mi madre tomara su rol y mi hermana tomara conciencia de lo que estaba pasando y yo que creía que tomando el otro rol las ayudaría a que se dieran cuenta de lo que pasaba, a que tomaran el control de sí mismas, a que por fin maduraran… Pero mi psicóloga tenía razón, yo debía cambiar aquel círculo vicioso, yo debía desequilibrarlas para lograr el equilibrio de ellas, pero ahora me toca lo más difícil, ahora debo equilibrarme yo para lograr la armonía en mi hogar.
Al final todo es por ellas, todo lo que hago es por protegerlas, por ayudarlas… Espero que ahora ellas me puedan ayudar a mí, esta depresión me está matando, cada día se hace más fuerte, cada día más anhelo la muerte...

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