domingo, 26 de diciembre de 2010

Mahoe

Mi vida es irreal, pocos logran entenderme, pocos me conocen realmente, hasta podría decir, que nadie me conoce, nadie conoce mi vida creada por mí, por mis pensamientos y sentimientos.
A veces siento como si yo creara un mundo paralelo al que vivo. Donde todo es distinto, pero a la ves igual, aunque no es lo mismo.
Esta es mi vida de ficción, donde fluyen mis reales sentimientos, mi verdadero ser. Hasta podría decir que; por muy irrealista que sea, es en ella donde realmente soy una persona viva, una niña inmortal.
Mi mundo está lleno de magia, es ella quien llena todos mis vacíos, quien convierte lo imposible en posible, la tristeza en felicidad, las lágrimas en rizas y la muerte en vida.
En mi mundo soy una pequeña niña inocente, pero a la vez soy una mujer adulta, consiente de mí alrededor, consiente de los sentimientos, del amor. Quizás se confundan al leer esto, porque se preguntaran “¿Cómo puede ser una niña y una adulta a la vez?” Lo que pasa es que los sentimientos los siento como una niña, los siento con una gran intensidad dentro de mí. Ya que son sentimientos puros. En mi mundo paralelo a la vida real, no existe el odio, ni el rencor y la tristeza que llega desde mi realidad, la magia la convierte en alegría y felicidad.

En Mahoe, así le puse a mi mundo. Se abren mis alas, esas que se cierran al llegar al mundo de los fríos. Se abren y me hacen volar, me hacen libre de todas mis ataduras. Con ellas puedo sentir la libertad que los fríos me han quitado.
En mi mundo vivo en una jungla, llena de árboles y ríos con aguas cristalinas, animales exóticos y aves hermosas. La vegetación tiene un verde singular, en el mundo de los fríos ya no encuentras junglas o bosques como los que hay en Mahoe.
La magia corre dentro de nosotros, nos llena de vida y es por ello que todos los colores son de una intensidad inimaginable para los hombres de la Tierra.
Cuando vago en pena por las calles de la soledad, mi alma se dirige a Mahoe, sale de mi cuerpo y se posa en las corrientes de aire de mi interior, las cuales la llevan a su destino. He ahí el porqué de mis caminatas, de mis salidas de noche y de mi soledad en ciertos momentos de mi vida.
Estando en la realidad, también, a la misma vez, puedo estar en mi mundo.
Aunque este último tiempo, bueno estos últimos meses, creí que Mahoe y el mundo de los fríos podrían unirse de alguna forma, creí que podría llevar la libertad de mi mundo al mundo de los mortales e intente crear a un ángel, el cual me ayudaría en mis propósitos. Conocí a un frío distinto a los demás y creí que con su ayuda podría juntar los dos mundos, para hacer de mi realidad, algo mejor. Así que tomé su esencia y la llevé a Mahoe. Entando ahí me dirigí a Thusaé el bosque de la vida, en el cual se encuentra el espíritu de mi mundo, Kamai, él tomo la pureza de este frío y le convirtió en un hermoso ángel. Pero me di cuenta con el pasar de los días y las semanas, que en vez de unir estos mundos, lo que hice, fue llevar la ilusión de este ángel a Mahoe. Y en vez de céntrame en mi objetivo, centré mi vida en él.
Pero este ángel por ser un frío jamás se adaptó a mi mundo, a mí. Jamás pudo abrir sus alas junto a mí, y si no podía abrir sus alas, menos podría ayudarme a lograr mis objetivos. Así que poco a poco le fui dejando ir.
Ahora después de tantos intentos de unir estos mundos, me di cuenta que era imposible. Si trataba de unir mi mundo con el mundo de los fríos, desaparecería, porque estos hombres no saben creer y si en Mahoe entra alguien que no cree, la magia muere.
Así sigo viviendo en dos mundos, paso de la vida a la muerte y de la muerte a la vida.
Muchas veces voy a Thusaé y hablo con Kamai, él fue quien me explico lo de la magia, me dijo que si yo algún día dejaba de creer, Mahoe desaparecería, ya que la magia está en creer, cosa que los fríos olvidaron, ahora ellos lo único en lo que creen es en el poder y la corrupción. Por eso jamás se podrían unir estos dos mundos, porque los fríos destruirían la magia que existe en mí.

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