miércoles, 15 de diciembre de 2010

Y fue una gran noche... :)

“Esta noche, será una gran noche.” Eso es lo que me había planteado aquella tarde. Después de haber roto con mi ex y de pasar días y días llorando por su ausencia. Me dije a mi misma “¡Esto no puede seguir así! ¡La vida no se acaba por alguien que no te merece! ¡Así que arriba ese ánimo y esta noche será mía!”.
Ese día no tenía absolutamente nada que hacer, mis amigos aún estaban en clases y era recién Miércoles, así que algo tenía que hacer, debía empezar a moverme para sacar algo para esa noche. Así que comencé a llamar a todos mis amigos, preguntándoles que qué harían esa noche y si podíamos hacer alguna cosa. Por desgracia ninguno de los cuales yo creía que me apañarían me siguió la corriente de salir, así que lo ánimos se me fueron a la mierda por un rato, pero otra vez me recordé lo que me había propuesto como meta para esa noche.
Bueno, sí, era una meta para mí, ya que era uno de los primeros pasos para seguir mejor con mi vida.
Mirando los números de mi celular vi el de una vieja amiga, Andrea, ella siempre estaba conmigo en todas, así que la llame. No tenía mucha esperanza con ella, porque desde hace un tiempo ya casi no hablábamos.
Me contesto y le conté lo que estaba pasando y lo que quería hacer aquella noche. Ella de inmediato me dijo que sí, ya que ella también no estaba pasando un muy buen momento, hace unos días, al igual que yo, había terminado con su pololo y estaba bastante mal, así que una salida, como esas de antaño, no le haría nada de mal.
Antes de seguir contándoles lo que pasó aquella noche, les tengo que decir, que ella, Andrea, fue uno de mis amores más imposibles, la quise por mucho tiempo en silencio y por lealtad a ella y a mí, un día decidí contarle. Como buena amiga, además de dejarme claro que ella jamás tendría algo conmigo, también me aseguro que todo seguiría siendo igual entre las dos, que a ella no le molestaba mientras yo la respetara. Y como en esos tiempos yo era una niña aún, no me costó mucho respetarla…
Después de ponernos de acuerdo por teléfono, me arregle y le pedí plata a mi mamá.
Quedamos de acuerdo que la pasaría a buscar a las diez de la noche y luego nos iríamos a comprar unas cervezas y nos iríamos a aquel lugar, al clásico lugar, para nosotras.
Ya juntas y con las cervezas en mano, nos dirigimos a nuestro fin del mundo.
Al llegar vimos todo muy distinto, se notaba que hace mucho tiempo que no íbamos aquel lugar, estaba casi todo cambiado, lo único que aún seguía ahí eran nuestros montoncitos de tierra en donde nos sentábamos siempre.
Nos sentamos y comenzamos a tomarnos las cervezas, hablamos de lo que nos estaba pasando y de lo que nos había pasado mientras no nos hablábamos. A medida que hablábamos las cervezas se iban acabando y nosotras más happy nos poníamos.
Después de tanto hablar de lo más superficial de la vida, por así decir, comenzamos hablar de cómo era la relación que mantuvimos con nuestros ex y en eso apareció el tema del sexo.
Las dos ya no éramos unas niñas… Igual como que nos sentimos un poco mal por ello, pero después se olvidó.
Aun estando en ese tema, yo me insinué a ella y comencé a decirle cosas como “¿Y cuándo me vas a dar la pasada?” Y bueno ese tipo de cosas. Hasta que me confeso, que con una de sus amigas se había besado, hace poco tiempo. Dijo que no le causó mucha gracia, pero tampoco la asqueo.
Y yo seguía con mis cosas, es decir, con mi insinuación, hasta que por fin la bese.
Debo decir que ese fue mi sueño hecho realidad, siempre quise besarla. Se veía tan intocable, tan inaccesible, que se convirtió en mi mayor sueño y anhelo y ¡esa noche lo estaba cumpliendo! Me sentía más que feliz mientras la besaba, realmente sentía que volaba. Me sentía en la sima, en su sima, junto a ella.
Quizás fue el alcohol lo que la hizo actuar así o simplemente ella se dejó besar, la verdad no lo sé y no estoy muy interesada en saberlo, por ahora.
Aquella noche no paso más que eso, solo besos, nada más. La respete… lo más que pude…

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